Coopetencia y crisis global


Debemos pensar sectorialmente y no individualmente. La única salida para el sector es colectiva, desarrollando las más avanzadas estrategias sinérgicas en las distintas áreas.

Coopetencia y crisis global

Coyuntura actual

Los efectos inflacionarios y la ralentización de las economías son los efectos más notorios del actual escenario global post covid, al que se suma el conflicto entre Rusia y Ucrania.

En efecto, si la disminución de las actividades económicas es una derivación directa de las medidas globales de combate a la pandemia, los efectos inflacionarios aparecen con el conflicto en territorio ucraniano, teniendo sus principales focos en combustibles y alimentos.

Efectos locales

Los indicadores básicos del BCP muestran inequívocamente los efectos inflacionarios en Paraguay. El sector de combustibles imprime su influencia en los costos de producción de la mayoría de las actividades industriales, unida a la mano de obra y los repuestos e insumos importados, lo cual hace que necesariamente se eleve el costo de producción en todos los sectores.

Si se desea mantener una rentabilidad aceptable, es necesario tener la capacidad de trasladar el aumento de los costos de producción al precio. En el caso particular del sector del hormigón elaborado, mantener una estrategia efectiva de precios es vital para la rentabilidad, dado que el Sector posee, hasta el momento, nula capacidad de negociación con la industria local del cemento, principal componente del costo.

Insistir en una exclusiva competencia en precios, bajando las ofertas al sector de la construcción es suicida. Llevará a la extinción total de la rentabilidad y a la simple sobrevivencia en modo zombie de las empresas, que trabajaran simplemente para mantener ocupada la mano de obra y ver en los balances anuales unos dividendos meramente simbólicos para los accionistas.

Coopetencia

Las empresas integrantes del ecosistema del hormigón elaborado deberán imperiosamente analizar y poner en práctica el concepto de coopetencia (coopetition) si quieren salvaguardar sus rentabilidades.

Es decir, trabajar coordinadamente para lograr sinergias en las áreas de compras, producción, logísticas diversas y mercado.

Por consiguiente, la conducción sectorial deberá poner su foco absoluto en prácticas colectivas al interior del ecosistema, evitando individualidades ingenuas que pretendan vía una estrategia suicida de precios capturar mercado, tratando de suplir con el volumen la rentabilidad que se esfuma.

Debemos pensar sectorialmente y no individualmente. La única salida para el sector es colectiva, desarrollando las más avanzadas estrategias sinérgicas en las distintas áreas.

Ralentización del negocio inmobiliario

El escenario de parálisis económica actual tiene su impacto en la inversión inmobiliaria, previéndose un decrecimiento de los volúmenes de hormigón proveído en el corto y mediano plazo.

También el Sector debe mirar con atención la evolución de los productos que irán lanzando al mercado las desarrolladoras inmobiliarias y su eventual impacto en la provisión. Debemos mirar la posible emergencia de edificios compactos efectuados mediante la tecnología de los encofrados modulares, por ejemplo, analizando los cambios que podrían ocurrir en los sistemas de provisión de hormigón.

Conclusiones

La rentabilidad del sector solo podrá mantenerse mediante la introducción de prácticas coopetitivas al interior del ecosistema. Es decir, los empresarios deberán pensar colectiva y no individualmente, lo cual es un ejercicio y un desafío.

De no adoptarse dichas prácticas de mayor complejidad, tendremos un penoso invierno de baja rentabilidad.

Enio Quevedo/Presidente/CAPIHE

 

 

Fuente: Presidencia CAPIHE