Año decisivo para el sector hormigonero


Enio Quevedo asume como Presidente del gremio hormigonero

En el marco de una economía local y global que aún debe definir su rumbo y recuperación en la post pandemia y con el sector ya arrastrando graves problemas de deterioro sostenido de la rentabilidad, asume el nuevo Consejo Directivo de la Cámara Paraguaya de la Industria del Hormigón Elaborado. Fue electo como Presidente del Consejo el Ing. Enio Quevedo, de dilatada trayectoria en el sector industrial nacional.

Disminución de los volúmenes contratados

El problema que el gremio comparte con el conjunto de los otros sectores es la disminución de los volúmenes contratados, dada la ralentización de la economía en un escenario post covid. De hecho, el desarrollo inmobiliario ha pospuesto o retrasado en el mejor de los casos la puesta en marcha de importantes inversiones, lo cual hace que los metros cuadrados a ser construidos en este periodo disminuyan.

De hecho, y desde el lado de la oferta, diversas han sido las consideraciones efectuadas por los desarrolladores inmobiliarios para los futuros lanzamientos, a saber: a)Atrasar los lanzamientos por 60/120 días, b)Atrasar sin plazo definido, c)Cancelar los lanzamientos.

Por otro lado, desde el punto de vista de la demanda, específicamente del comprador final, aparecen las siguientes consideraciones: a)Incertidumbre sobre la duración de la pandemia, b)Incertidumbre sobre la sustentabilidad del empleo o renta, c)Perdida del empleo o renta, d)Cambio de objetivos personales, e)Austeridad en la conducta de consumo. Todo ello presiona sobre la demanda e influye en las decisiones de los desarrolladores.

Pérdida de rentabilidad

Por otra parte, y ya en el escenario previo a la pandemia, el sector ha experimentado un deterioro sostenido de su rentabilidad por la existencia de una agresiva competencia en precios por parte de los jugadores del Sector.

Esta situación se ve agravada por la aparente conducta competitiva desleal y violatoria de las leyes de defensa de la competencia de algunos jugadores, quienes incurriendo en la conducta tipificada como abuso de posición dominante por la aplicación de precios predatorios, conducen a todo el sector a la extinción de la rentabilidad.

Trato agresivo al proveedor hormigonero

Esta situación de extrema competencia entre los actores, es aprovechada por sectores de la construcción civil e industrial para implementar una política de trato agresivo hacia el proveedor hormigonero, exigiendo presupuestos cada vez más ajustados para la realización de obras de gran importancia y responsabilidad, poniendo en riesgo a los inversores y al consumidor final en su afán de ahorrar costos a expensas del proveedor.

Además, el maltrato en obra, el rechazo arbitrario de volúmenes sin mediar motivos técnicos sólidos, la implementación de cronogramas de carga ilógicos y antieconómicos que producen severo desgaste de valiosas maquinarias es una constante que enfrenta el sector ya desde tiempo atrás.

Se va a acabar el maltrato a la industria hormigonera

Al respecto, expreso el Ingeniero Quevedo: “Se va a acabar el maltrato a la industria hormigonera del Paraguay. Este sector efectuó millonarias inversiones y enfrenta diariamente numerosos riesgos derivados de la provisión, y ya no está dispuesto a seguir tolerando tratos arbitrarios y competencia desleal que desplome los precios y la rentabilidad de la industria”.

Prosiguiendo con sus declaraciones, expresó: “Gremialmente y en el marco de las leyes de defensa de la competencia, avanzaremos hacia la adopción de conductas competitivas que se compadezcan del marco legal, a la par de la implementación de precios justos para nuestros productos, entendiéndose estos como los que contemplen los costos debidamente evaluados y una rentabilidad acorde a la inversión y el riesgo asumido”.

Este año será decisivo para el sector hormigonero del Paraguay, en el cual deberá producirse una inflexión en el desempeño cada vez más pobre de la industria, hacia horizontes de mayor rentabilidad y ocupación de la capacidad instalada.

Fuente: CAPIHE